Le he puesto a éste Blog el nombre de EL PONSIGUE MADURO, por que es el primer fruto que recuerdo haber probado y que a la fecha es el que más me gusta, a continuación he copiado información referente al fruto.
El posingué (Ziziphus mauritiana)
El ponsigué o jujuba es un árbol pequeño, de 2 a 8 metros de altura, perteneciente a la familia de las Rhamnáceas, de tronco corto el cual se ramifica desde cerca de la base por lo que le da aspecto de arbusto. Sus tallos son espinosos, con espinas encorbadas y rígidas. Sus hojas son sencillas, medianas, alternas, elíptico-aovadas con tres nervios basales, ampliamente redondeadas en la base, verde brillante en la cara superior y con una densa pubescencia blanquecina en la inferior, finamente crenado-aserradas en los bordes; pecíolos de unos 5 mm de largo. Sus flores son pequeñas, amarillentas o amarillo-verdosas, sésiles o casi sésiles, agrupadas en inflorescencias cimosas o umbelas, desprenden un olor desagradable a excremento humano. Sus frutos son drupáceos, subglobosos a oblongos, deprimidos, verde claro al principio, luego amarillo-rojizo a anaranjado, de 1 a 3 centímetros de diámetro, glabros. Sus semillas son 2, elípticas y de color marrón.
Esta planta, con gran poder de resistencia, es originaria de la India. Actualmente se encuentra cultivada en todas las regiones tropicales. Se cultiva como árbol de ornato, frutal y medicinal. En Europa sus frutos son la fuente de la comercialmente conocida como “Jujuba”, de amplios usos en confitería. Como ornamental, es muy apropiado para los lugares agrestes, secos y de altas contaminaciones y temperaturas, como islas y redomas de avenidas. Por la misma razón, es muy apropiado en reforestaciones de taludes.
Se propaga fácilmente por semillas, que germinan en 4 a 6 semanas, pero también se puede multiplicar por injertos, o por brotes basales que nacen al pie de la planta. Con pocas exigencias de cultivo, prospera bien en suelos pobres y livianos. A veces crece entre las ranuras de las rocas. Requiere de buena insolación y lugares bien aireados. Su crecimiento es relativamente rápido y es de vida larga. Es muy aguantador y resistente a las sequías.
Los frutos se consumen frescos, pero también se comen en forma de conservas.
Varían en el espesor y calidad de la pulpa; algunos tienen un sabor delicioso y otros apenas son comestibles. Con los frutos se prepara el famoso “Ron de ponsigué”, al igual que bebidas y refrescos. En francés este árbol se llama Jujubier y su fruto Jujube.
¿Cómo se prepara el Ron de ponsigué? Se toman varios frascos bocones esterilizados, se llenan con un Kilogramo de ponsigué maduros, luego se bañan con un litro el Ron o “caña blanca” hasta cubrirlos y se le hecha las especies (canela en rama, clavo especie en grano y nuez moscada, una cucharadita de cada uno), y un cuarto de kilogramo de azúcar. Se tapan muy bien los frascos y se dejan en maceración durante un año, sin destaparlos y en un lugar donde no le entre ni la luz, ni el aire; en México los entierran. Es recomendable agregarles 5 ciruelas pasas para que tomen un color marrón y un sabor especial que no altera él del ponsigué.
Uso medicinal.
La corteza de este árbol, que contiene de 4 a 9% de tanino, es astringente y se utiliza como antidiarreica. También se usa con buenos resultados en los procesos inflamatorios de las vías respiratorias superiores, como en la amigdalitis, faringitis, gingivitis, etc. Para curar estas enfermedades inflamatorias se hecha un puñado de corteza de ponsigué en un litro de agua, se pone a hervir durante unos 10 minutos y luego que se enfría esta preparación, se hacen gárgaras, enjuagues y tocamientos, tres veces al día, durante una semana y se observa como desaparece las inflamaciones de las parte afectadas.
Hay otra variedad importante de ponsigué que se llama Ponsigué azufaifo o azufeifo, cuyo nombre científico es Ziziphus jujuba, que tiene más o menos las mismas características y usos, pero, en medicina popular, los frutos de esta variedad tienen muchas aplicaciones en la elaboración de remedios contra catarros, como diuréticos, calmantes pectorales, etc.
Autor:
Prof. Christian Cazabonne
e-mail: prof.cazabonne@hotmail.fr
El ponsigué o jujuba es un árbol pequeño, de 2 a 8 metros de altura, perteneciente a la familia de las Rhamnáceas, de tronco corto el cual se ramifica desde cerca de la base por lo que le da aspecto de arbusto. Sus tallos son espinosos, con espinas encorbadas y rígidas. Sus hojas son sencillas, medianas, alternas, elíptico-aovadas con tres nervios basales, ampliamente redondeadas en la base, verde brillante en la cara superior y con una densa pubescencia blanquecina en la inferior, finamente crenado-aserradas en los bordes; pecíolos de unos 5 mm de largo. Sus flores son pequeñas, amarillentas o amarillo-verdosas, sésiles o casi sésiles, agrupadas en inflorescencias cimosas o umbelas, desprenden un olor desagradable a excremento humano. Sus frutos son drupáceos, subglobosos a oblongos, deprimidos, verde claro al principio, luego amarillo-rojizo a anaranjado, de 1 a 3 centímetros de diámetro, glabros. Sus semillas son 2, elípticas y de color marrón.
Esta planta, con gran poder de resistencia, es originaria de la India. Actualmente se encuentra cultivada en todas las regiones tropicales. Se cultiva como árbol de ornato, frutal y medicinal. En Europa sus frutos son la fuente de la comercialmente conocida como “Jujuba”, de amplios usos en confitería. Como ornamental, es muy apropiado para los lugares agrestes, secos y de altas contaminaciones y temperaturas, como islas y redomas de avenidas. Por la misma razón, es muy apropiado en reforestaciones de taludes.
Se propaga fácilmente por semillas, que germinan en 4 a 6 semanas, pero también se puede multiplicar por injertos, o por brotes basales que nacen al pie de la planta. Con pocas exigencias de cultivo, prospera bien en suelos pobres y livianos. A veces crece entre las ranuras de las rocas. Requiere de buena insolación y lugares bien aireados. Su crecimiento es relativamente rápido y es de vida larga. Es muy aguantador y resistente a las sequías.
Los frutos se consumen frescos, pero también se comen en forma de conservas.
Varían en el espesor y calidad de la pulpa; algunos tienen un sabor delicioso y otros apenas son comestibles. Con los frutos se prepara el famoso “Ron de ponsigué”, al igual que bebidas y refrescos. En francés este árbol se llama Jujubier y su fruto Jujube.
¿Cómo se prepara el Ron de ponsigué? Se toman varios frascos bocones esterilizados, se llenan con un Kilogramo de ponsigué maduros, luego se bañan con un litro el Ron o “caña blanca” hasta cubrirlos y se le hecha las especies (canela en rama, clavo especie en grano y nuez moscada, una cucharadita de cada uno), y un cuarto de kilogramo de azúcar. Se tapan muy bien los frascos y se dejan en maceración durante un año, sin destaparlos y en un lugar donde no le entre ni la luz, ni el aire; en México los entierran. Es recomendable agregarles 5 ciruelas pasas para que tomen un color marrón y un sabor especial que no altera él del ponsigué.
Uso medicinal.
La corteza de este árbol, que contiene de 4 a 9% de tanino, es astringente y se utiliza como antidiarreica. También se usa con buenos resultados en los procesos inflamatorios de las vías respiratorias superiores, como en la amigdalitis, faringitis, gingivitis, etc. Para curar estas enfermedades inflamatorias se hecha un puñado de corteza de ponsigué en un litro de agua, se pone a hervir durante unos 10 minutos y luego que se enfría esta preparación, se hacen gárgaras, enjuagues y tocamientos, tres veces al día, durante una semana y se observa como desaparece las inflamaciones de las parte afectadas.
Hay otra variedad importante de ponsigué que se llama Ponsigué azufaifo o azufeifo, cuyo nombre científico es Ziziphus jujuba, que tiene más o menos las mismas características y usos, pero, en medicina popular, los frutos de esta variedad tienen muchas aplicaciones en la elaboración de remedios contra catarros, como diuréticos, calmantes pectorales, etc.
Autor:
Prof. Christian Cazabonne
e-mail: prof.cazabonne@hotmail.fr
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